A principios del siglo XIX, sólo las familias ricas y la corte real (maghzen) podian conseguirlo. Hubo que esperar hasta la guerra de Crimea, hacia 1854, para que el té llegase a las costas marroquíes. El bloqueo del Báltico prohibía a los mercaderes ingleses vender sus productos en los mercados de esclavos, de modo que desembarcaron en los enclaves comerciales de Tánger y Mogador. Fue así como la bebida llegó a todo el país.
Hoy día el té es una de las bebidas principales dentro de Marruecos. El té más común de consumir en Marruecos es el té verde.
Fuente: Descubre Marruecos (MICHELIN)
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